En este dulce post he sustituido el azúcar por la miel. Nunca había probado el preparar un bizcocho utilizando miel en vez de azúcar. El resultado ha sido un bizcocho dulce, con un sabor acaramelado aunque con una apariencia peculiar. Resulta que mientras estaba en proceso, dentro del horno, el bizcocho había subido como lo hacen los bizcochos normalmente, sin embargo, al cabo de un rato cuando volví a echarle un vistazo, se había desinflado considerablemente. Supongo que la densidad de la miel es lo que provoca que la masa tenga mayor consistencia y mayor peso y que al final el bizcocho tenga que rendirse ante la ciencia.
INGREDIENTES
250 gr. de miel
1 taza de harina (aprox. 150 gr.)
2 huevos medianos
1 sobre de levadura (aprox. 15 gr.)
2 cucharadas de mantequilla
PREPARACIÓN
En un bol ponemos la miel, las dos cucharadas de mantequilla y los huevos. Lo mezclamos con las varillas.
Añadimos la harina tamizada junto con la levadura. Batimos con las varillas.
Untamos un molde con un poco de mantequilla y lo espolvoreamos con harina. Echamos en él la mezcla y lo metemos en el horno, previamente calentado a 180ºC con calor arriba y abajo a una altura media.
Dejamos que se hornee unos 45 minutos.
Y cuando se enfríe un poco lo desmoldamos. Será más fácil si todavía esta algo caliente porque al enfriarse, debido a la miel, se queda más adherido al molde.
Bon appétit
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