¿Os apetecen unas cerillas? La masa manejable como la de las galletas nos permite dar forma a multitud de elementos. Con estas formas curiosas adquieren un aspecto más apetecible, ¿no creéis?
Navegando un día por la red me topé con estas cerillas y me conquistaron, así que me propuse que un día tenía que hacerlas a pesar de que las galletas no sean mi punto fuerte de la repostería.
Para hacerlas se puede emplear la masa de galletas que prefiramos ya que la "gracia" está en la forma de cortarlas. En mi caso he elegido unas galletas de mantequilla.
LISTA DE INGREDIENTES
Para la masa
-1 huevo
-200 gr. de mantequilla
-200 gr. de azúcar glas
-400 gr. harina
-1 cucharadita de agua de azahar
-Ralladura de naranja
Para la decoración
-Chocolate blanco
-Colorante (yo he utilizado solamente el rojo, para simular el fósforo de las cerillas)
PREPARACIÓN
En un bol ponemos la mantequilla (recomendable sacarla un ratito antes para que esté más blandita) con el azúcar glas. Lo mezclamos hasta que quede una masa homogénea.
Le incorporamos a esta mezcla el huevo.
Mezclamos.
Y por último, antes de añadir la harina, ponemos en la mezcla el agua de azahar
y la ralladura de naranja.
Para concluir esta primera fase agregamos la harina. Lo hacemos poco a poco, primero mezclando con una cuchara y cuando tenga una consistencia más sólida lo amasamos con las manos y formamos una bola que envolveremos en film transparente.
Metemos la masa en la nevera durante mínimo dos horas. También podemos dejarla hasta el día siguiente, si sois capaces de resistir ;)
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Una vez pasado el tiempo, la sacamos y la estiramos con la ayuda de un rodillo.
(El grosor de unos 2cm.)
Cuando esté estirada cortamos la masa con forma de palo, simulando el palo de madera de las cerillas, pero más grueso y más grande, claro. Colocamos todas las galletas en una bandeja.
La metemos al horno, con calor arriba y abajo, a 170º/180º durante 10 minutos. Las sacamos y dejamos que se enfríen.
Ahora preparamos la mezcla con la que las decoraremos.
Fundimos el chocolate blanco en el microondas. Le añadimos unas gotas de colorante y lo mezclamos. Si nos queda muy espeso le añadimos unas gotitas de agua (no debemos pasarnos con el agua porque si no nos quedaría demasiado líquido. Es mejor quedarse corto y poder añadirle más. Si quedase muy líquido podemos incorporar azúcar glas hasta que adquiera consistencia).
En una de las puntas de cada galleta le ponemos un pegote moldeándolo con las manos para que quede la galleta bien cubierta y la punta redondeada.
Y ya tenemos nuestras cerillas ¡listas para comer!
Bon appétit