De comida humilde a servirse en bares como tapa, este plato extremeño, aunque también elaborado en otras regiones de la geografía española, se caracteriza por el color rojizo que le aporta el pimentón.
En esta receta os contaré cómo he aprendido este verano a preparar este plato, que ha pasado a estar en mi lista de favoritos.
LISTA DE INGREDIENTES (aprox. para 2 personas)
-4 patatas medianas
-100gr. de bacon o tocino cortado en tiras
-2 dientes de ajo
-Una cucharadita de café de pimentón
-Sal
PREPARACIÓN
Pelamos las patatas, las partimos en trozos pequeños y las cocemos en una cazuela con abundante agua a la que añadiremos sal al gusto, durante 20 minutos.
*[Una vez estén cocidas las dejaremos en la olla, pero les retiraremos gran parte del agua la cual reservaremos en un recipiente aparte por si nos hace falta.]
Por otro lado, cortamos los dientes de ajo en láminas y también el bacon y lo sofreímos en la sartén a fuego medio-alto hasta que quede doradito.
Cuando veamos que está listo añadimos el pimentón sin dejar la sartén mucho tiempo en el fuego pues se quema muy rápido. Simplemente lo echamos, le damos unas vueltas para que se mezcle y lo retiramos del calor.
Añadimos este sofrito a las patatas una vez que estén cocidas y les hayamos retirado prácticamente todo el agua.
Ahora el trabajo consiste en ir mezclando y machacando poco a poco las patatas con la cuchara hasta lograr una textura similar a la del puré, pero al realizar esta operación manualmente quedarán algunos trozos de patata más enteros que le darán un toque característico.
Tras unos sencillos pasos tenemos nuestras patatas revolconas listas para servir y... ¡a comer!
Bon appétit
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