INGREDIENTES
2 huevos
100 ml. de aceite
125 gr. de mermelada
200 gramos de harina
2 cucharaditas levadura
60 ml kéfir
125 gr. de mermelada
200 gramos de harina
2 cucharaditas levadura
60 ml kéfir
1 manzana para el fondo
PREPARACIÓN
En un bol batimos los huevos a máxima velocidad hasta que queden espumosos.
Después, vamos agregando el aceite poco a poco y batiendo a la vez a velocidad media para que se vaya integrando. Una vez esté todo el aceite vertido, seguimos batiendo un poco más para que quede una mezcla homogénea.
Agregamos la mermelada y mezclamos con cuchara.
Vamos incorporando poco a poco la harina, mezclada con la levadura. Batimos con varillas. Cada vez la mezcla será más densa. Una vez esté toda agregada, añadimos el kéfir y mezclamos hasta que la consistencia de la masa se vaya quedando más liquida, pero que siga estando densa y resbale.
En un bol, previamente untado de aceite y espolvoreado de harina, echamos la manzana cortada en trozos. Sobre ella, vertemos la mezcla despacio para que quede bien repartida por todo el molde.
Metemos en el horno, ya calentado a 180ºC, a altura media y lo dejamos, con calor arriba y abajo, unos 35-45 minutos. Antes de sacarlo, lo pinchamos para saber si está bien cuajado por dentro.
Apagamos el horno, abrimos la puerta y lo dejamos enfriar durante 30 minutos. Después lo sacamos y dejamos que termine de enfriarse.
¡Y listo para catarlo!
Después, vamos agregando el aceite poco a poco y batiendo a la vez a velocidad media para que se vaya integrando. Una vez esté todo el aceite vertido, seguimos batiendo un poco más para que quede una mezcla homogénea.
Agregamos la mermelada y mezclamos con cuchara.
Vamos incorporando poco a poco la harina, mezclada con la levadura. Batimos con varillas. Cada vez la mezcla será más densa. Una vez esté toda agregada, añadimos el kéfir y mezclamos hasta que la consistencia de la masa se vaya quedando más liquida, pero que siga estando densa y resbale.
En un bol, previamente untado de aceite y espolvoreado de harina, echamos la manzana cortada en trozos. Sobre ella, vertemos la mezcla despacio para que quede bien repartida por todo el molde.
Metemos en el horno, ya calentado a 180ºC, a altura media y lo dejamos, con calor arriba y abajo, unos 35-45 minutos. Antes de sacarlo, lo pinchamos para saber si está bien cuajado por dentro.
Apagamos el horno, abrimos la puerta y lo dejamos enfriar durante 30 minutos. Después lo sacamos y dejamos que termine de enfriarse.
¡Y listo para catarlo!
Bon appétit
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